En el mundo de la jardinería y el paisajismo, una tendencia que ha ganado cada vez más popularidad en los últimos años es el llamado dry garden (jardín seco). Esta forma de jardinería sostenible y de bajo mantenimiento se está extendiendo rápidamente debido a la mayor atención que se presta al uso de los recursos y a las estaciones cada vez más secas provocadas por el cambio climático.
¿Qué es un jardín seco?
Un jardín seco es un tipo de jardín diseñado para necesitar poco riego. Se basa en plantas capaces de vivir en condiciones áridas y soportar largos periodos de sequía. Inspirado en los paisajes desérticos (pero también en los jardines japoneses), el jardín seco puede incluir una amplia gama de suculentas. De hecho, con vistas a la sostenibilidad, es aconsejable seleccionar plantas autóctonas y especies silvestres. Lo que se suele clasificar como “malas hierbas” puede, de hecho, dar muchas satisfacciones, si detrás hay un diseño de jardín adecuado. También se denomina xeriscaping, un término de reciente acuñación que combina el inglés landscaping (es decir, “gestión del paisaje”) con el griego xeros (“seco”).
Las ventajas de un jardín seco
- Ahorro de agua. Ante la creciente preocupación por la escasez de agua en muchas partes del mundo y los cada vez más largos periodos de sequía, tanto en las estaciones cálidas como en las frías, un jardín seco ofrece una solución que reduce drásticamente la necesidad y el consumo de agua.
- Bajo mantenimiento. Una vez plantado, este tipo de jardín requiere mucho menos trabajo que los tradicionales. Como las plantas están adaptadas a condiciones áridas, no hay que regarlas con frecuencia ni preocuparse por un mantenimiento frecuente.
- Ductilidad. Los jardines secos son especialmente adecuados para zonas con poca lluvia, pero también pueden crearse en otros contextos, siempre que se elijan las plantas adecuadas.
- Biodiversitad. El uso -como ya se ha dicho- de plantas silvestres y autóctonas resistentes a los entornos áridos reduce la dependencia de fertilizantes y pesticidas y fomenta la biodiversidad.
- Estética. Si está bien diseñado, un jardín seco es un espectáculo para la vista y todos los sentidos, ya que ofrece vistas siempre originales que cambian a lo largo del año.
Las 5 reglas básicas para crear un jardín seco
- Elección cuidadosa de las plantas: deben seleccionarse especies autóctonas o adaptadas a las condiciones áridas. Además de las suculentas, hay muchas otras plantas adecuadas.
- Planificación de jardines. Hay que tener en cuenta todos los aspectos: topografía y tipo de suelo, exposición al sol, posición de las distintas plantas, efecto general, uso de materiales como rocas, madera y grava.
- Hydrozoning. Consiste en agrupar las plantas según sus necesidades de agua. Así es más fácil evitar el estrés por riego insuficiente o excesivo.
- Drenaje. Hay que evitar el estancamiento del agua, por lo que es esencial garantizar un buen drenaje del suelo.
- Mantenimiento inicial. Aunque necesita menos mantenimiento que otros tipos de jardín, el jardín seco requiere mucha atención, tanto en la fase preparatoria (más compleja que otros tipos de jardín) como en las etapas iniciales tras la plantación.
¿Cuáles son las plantas más recomendables para un jardín seco en Italia?
En nuestro país hay miles de especies potencialmente utilizables en un jardín seco. He aquí algunas de las más utilizadas:
- Lippia nodiflora o Verbena híbrida para sustituir el césped. Son plantas tapizantes perennes que requieren poca agua y un mantenimiento mínimo;
- Sedum: otro alhelí. Es una suculenta especialmente adecuada para jardines rocosos. También crece bien en las cavidades de las paredes;
- Lavanda: apreciada por sus fragantes flores, es resistente a la sequía y se adapta bien a climas cálidos y soleados. Da color (y fragancia) al jardín seco;
- Perovskia: la “salvia rusa”. Es una planta perenne con olor a salvia y una floración que recuerda a la lavanda;
- Romero: muy resistente, se puede utilizar en la cocina;
- Tomillo: otra aromática muy resistente;
- Equinácea: planta medicinal con vistosas flores que atrae a las mariposas;
- Escoba: ilumina la primavera con sus florecillas amarillas;
- Adelfa: un arbusto que da flores durante toda la estación cálida y que también prospera en zonas mal regadas;
- Cistus: arbusto pequeño y redondeado típico del maquis mediterráneo;
- todos los cactus y suculentas;
- gramíneas ornamentales como el lino de hadas (Stipa tenuissima) o el Pennisetum.
Los muebles de jardín más adecuados para un jardín seco
Para un jardín seco, es importante elegir muebles que combinen bien con la estética natural del jardín, además de ser resistentes a las condiciones climáticas del lugar. Los principales materiales serán la piedra, la madera y el metal, así como la terracota para macetas y adornos. El ratán y el mimbre también aportan textura y “calidez” al espacio exterior, encajando bien con los colores naturales, sobre todo en verano. Por supuesto, los elementos de madera deben tratarse para garantizar su longevidad. Recomendamos los barnices de exterior de la gama Rio Verde de Renner Italia, que incluye distintos tipos de impregnantes.
Se trata de productos muy resistentes que protegen la madera contra la intemperie y los rayos UV. Con vistas a un bajo mantenimiento, la solución más conveniente es Hybrid Resolve, de base acuosa y secado rápido.
Su punto fuerte, además de su excelente rendimiento como protector de la madera, es su capacidad de autoconsumo. En la práctica, no se “descascarilla” y no es necesario lijar: basta con volver a aplicar un par de capas.
En cuanto al aspecto formal, las líneas minimalistas van mejor con la atmósfera del jardín seco. Mobiliario demasiado elaborado o voluminoso que pueda perturbar el equilibrio visual del paisaje.