Guía de los matices más elegantes para decorar
En los últimos años, las tonalidades naturales han sido las protagonistas indiscutibles de los interiores. El marrón, en particular, se ha quitado de encima la etiqueta de “color anticuado” para volver a hablar el lenguaje del diseño contemporáneo. Es el color de la tierra, de la corteza y, sobre todo, de la madera: evoca estabilidad, raíces y protección.
En una época incierta, nos refugiamos en colores que “saben” a hogar, a auténtico. Y el marrón —en todas sus gamas— es precisamente eso: una invitación al calor, a sentirse bien en los propios espacios.
Todos los matices del marrón: de la naturaleza al interior

El marrón no es uno solo. De hecho, su fuerza reside en su variedad. Está el marrón claro, como el avellana (que figura entre los colores de la línea Vintage Prestige de Rio Verde) o el caramelo, perfectos para espacios luminosos y relajantes. Están los marrones medios —como el castaño o el café— que saben crear atmósfera. Y luego los marrones oscuros, intensos y envolventes, como el nogal oscuro o el moca.
Otra gran diferencia a considerar es la que existe entre marrones cálidos (con subtonos rojos o anaranjados, como el chocolate o el tabaco) y fríos (más cercanos al gris o al verde, como el marrón oliva o el marrón grisáceo).
La temperatura del color influye profundamente en la percepción del ambiente: un marrón cálido acoge, un marrón frío relaja y depura.
Las tonalidades de marrón más conocidas y usadas

- Nogal: intenso y refinado, con matices cálidos. Perfecto para boiserie, muebles clásicos y espacios elegantes. Es uno de los tonos más icónicos en el tratamiento de la madera. No es casualidad que aparezca en las líneas de impregnantes de Rio Verde.
- Castaño: marrón medio, ligeramente rojizo. Versátil y acogedor, tiene cabida en cocinas rústicas, chalets y ambientes naturales. También en este caso, es uno de los tonos estrella de nuestros impregnantes.
- Café: pleno y decidido, recuerda el aroma del café tostado. Aporta profundidad a los espacios y es ideal para detalles decorativos y paredes de acento. Se acerca al color del año Pantone 2025, el Mocha Mousse.
- Chocolate: denso, cremoso, envolvente. Muy apreciado en ambientes “cozy” o en salones modernos con toques industriales.
- Tabaco: con alma vintage, ligeramente polvorienta. Perfecto para ambientes de estilo retro o con gusto bohemio.
- Caramelo: luminoso, suave, con matiz dorado. Combina bien con beige y arena para un efecto sofisticado y relajante.
- Cuero: cálido y natural, evoca el mundo artesanal. Muy usado en interiores masculinos, lofts y espacios matéricos y auténticos.
- Moca: un marrón profundo cercano al negro, extremadamente elegante. Utilizado en ambientes minimalistas y escenográficos.
- Topo cálido: a medio camino entre marrón y gris, con una nota rosada. Refinado y moderno, a menudo usado como el “nuevo neutro”.
- Canela: especiado y vibrante, con subtonos anaranjados. Ideal para aportar calidez a casas de estilo mediterráneo o ecléctico.
- Greige oscuro: una mezcla sofisticada entre marrón y gris. Encaja con el estilo “Organic Modern” y con paletas naturales y aterciopeladas.
- Marrón oliva: elegante y “terroso”, con reflejos verdes que evocan paisajes boscosos. Excelente con maderas en bruto y tejidos de lino o yute.
Cómo combinar el marrón: maridajes ganadores

El marrón es un excelente “actor de reparto” para otros colores.
He aquí algunas combinaciones que siempre funcionan:
- marrón + tonos neutros: crema, arena, marfil;
- marrón + azul profundo u océano/teal;
- marrón + verde oliva o verde salvia;
- Marrón + rosa empolvado o terracota;
- Marrón + oro o detalles metalizados: en este caso se puede confiar en la línea Golden Prestige de Rio Verde.
Un consejo: combina un marrón oscuro con una pared de arcilla o con un tejido bouclé claro para lograr un ambiente cálido, contemporáneo y muy matérico.
Marrones por estilo: qué tonalidad para cada tendencia decorativa

El marrón es un color extremadamente versátil que se adapta con elegancia a muchos estilos decorativos.
- Boho Chic: vía libre a marrones cálidos y polvorientos como tabaco, canela y cuero, a combinar con tejidos étnicos y materiales naturales.
- Clásico: nogal, chocolate y trufa son ideales para crear atmósferas elegantes y atemporales, especialmente en muebles importantes y boiserie.
- Country: tonalidades como castaño y caramelo se llevan con maderas nudosas y acabados vividos, para un efecto rústico y acogedor.
- Industrial: los marrones oscuros como moca, cuero y greige profundo aportan fuerza y materialidad a paredes, suelos y muebles de metal o madera en bruto.
- Minimal: el greige oscuro y el topo cálido se integran perfectamente con paletas neutras, creando ambientes esenciales pero envolventes.
- Rústico: el castaño y el marrón oliva evocan naturaleza, autenticidad y vida, perfectos en vigas vistas, carpinterías y suelos.
- Escandinavo: usado con medida, el avellana o el caramelo añaden calidez a los ambientes luminosos típicos del norte de Europa sin recargarlos.
- Shabby Chic: mazapán, trufa y avellana (los tres parte de la paleta Vintage Prestige), quizá con efecto patinado o decapado, otorgan a los muebles una elegancia romántica y vivida.
- Vintage: tabaco, cuero, moca y guinda remiten a atmósferas del pasado, realzando muebles recuperados y piezas icónicas del diseño del siglo XX.
Tips & tricks para usar el marrón sin recargar

Pasa a menudo: uno se enamora de un color y lo usa por todas partes… para descubrir después que el espacio se ha vuelto “demasiado”. Para no caer en este error:
- contrastar con tonos claros: usar el marrón en una sola pared o junto a elementos más claros;
- aprovechar la textura: los acabados mates o cerosos hacen que el marrón resulte más ligero;
- jugar con los matices: combinar marrones claros y oscuros para dar ritmo.
