El turquesa es un color vibrante y versátil que puede transformar cualquier ambiente doméstico. Ya sea utilizado en paredes, muebles o pequeños detalles, este color es capaz de transformar espacios, adaptándose a diferentes sensibilidades estéticas. Descubramos sus características y cómo utilizarlo en interiorismo.
¿De qué color es el turquesa?
En el espectro cromático , el turquesa se sitúa entre el azul y el verde. Debe su nombre a la piedra preciosa del mismo nombre, caracterizada por su típico color azul verdoso. Como mineral , la turquesa ha sido apreciada desde la antigüedad por su belleza. A nivel simbólico, se considera portadora de sabiduría y buena fortuna.
El nombreturquesa deriva del francés”turquoise“, es decir , “turco”, ya que en la antigüedad las piedras se importaban a Europa precisamente desde Turquía, aunque procedían de lo que hoy es Irán y Afganistán.
El término turquesa también se utiliza en inglés.
¿Cómo se crea el turquesa con colores primarios?
Para obtener turquesa utilizando colores primarios, es necesario mezclar azul ( como base dominante) una pequeña cantidad de amarillo (para aclarar y obtener el tono verdoso) y , por último, blanco (para aclarar aún más y dar brillo).
La proporción entre azul y amarillo es crucial: demasiado amarillo tiende a volverse verde , mientras que demasiado azul acerca el color al cian. Hay distintos tipos de turquesa: turquesa propiamente dicha , turquesa clara , turquesa media , turquesa oscura y turquesa pálida.
Las diferencias con otros tipos de verde y azul
La turquesa se distingue por su equilibrio único de azul y verde. Así es como se diferencia de otros colores similares:
- cerceta: es más clara y tiende a acercarse más al verde;
- cian: es más saturado y con un componente azul más dominante que el turquesa;
- azul claro: es más suave y carece del tinte verdoso que caracteriza a la turquesa;
- azul cerúleo: tiene un componente azul puro más pronunciado y una delicada luminosidad;
- verde menta: es más ligero y con una presencia dominante del verde, que lo hace más fresco y pastel.
¿Con qué estilos de decoración queda mejor el turquesa?
El turquesa es extremadamente versátil y puede integrarse en diferentes estilos de decoración.
- Como color primario o secundario: en el estilo costero, donde evoca atmósferas marinas, combinado con blanco, arena y madera clara; en el estilo étnico; en ambientes con sabor vintage, utilizado en muebles lacados, aparadores o paredes, en combinación con motivos retro, madera oscura y accesorios dorados.
- Como color secundario: en habitaciones amuebladas en estilo escandinavo; con estilo mediterráneo.
- O como color de acento: en casi cualquier estilo de decoración, incluso el más minimalista. En particular: boho chic, shabby chic o provenzal, donde puede utilizarse en cojines, alfombras o adornos, contrastando con tonos cálidos como el naranja o el amarillo mostaza.
Cómo combinar paredes turquesas
Las paredes turquesas pueden convertirse en el punto focal de una habitación, pero es esencial combinarlas correctamente para evitar excesos. He aquí algunas combinaciones que se adaptan bien a este tono:
- blanco: amplifica el brillo del turquesa, creando un efecto fresco y aireado. Perfecto para dormitorios y cuartos de baño. En cualquier caso, una sola pared turquesa puede realzar cualquier estancia, incluido el salón;
- Los tonos neutros: beige, gris claro y gris paloma amortiguan la energía del turquesa, haciéndolo más adecuado para espacios sofisticados como salones o estudios;
- Tonos vivos: naranja quemado, amarillo ocre, mostaza o coral crean contrastes dinámicos, ideales para ambientes juveniles y creativos;
- madera natural: la combinación con madera clara u oscura aporta calidez y equilibra la vivacidad del turquesa;
- algunos colores pastel: en la paleta de colores de la línea de pinturas Vintage Prestige de Rio Verde, por ejemplo, encontramos varios tonos que combinan bien con el turquesa: rosa batido, rojo cereza negra, avellana, trufa y mazapán. Se trata de productos muy opacos que pueden utilizarse en todas las superficies (madera, metal, vidrio, plástico, tela y pequeñas porciones de pared) incluso sin lijar.
Cómo combinar muebles turquesa
Los muebles turquesa pueden convertirse en protagonistas o en detalles refinados, dependiendo de cómo se inserten:
- sofás y sillones: un sofá turquesa en un salón es toda una declaración de estilo. puede combinarse con cojines en tonos neutros o complementarios, como el mostaza o el rosa empolvado. Para las paredes: blanco, tonos neutros o colores tierra;
- muebles lacados: armarios, mesas de centro o aparadores en turquesa dan un toque de color a las habitaciones neutras;
- tejidos: alfombras, cortinas o cojines turquesas pueden alegrar espacios dominados por colores más sobrios;
- accesorios: los jarrones, lámparas o marcos turquesa son perfectos para dar acentos de color sin distorsionar el ambiente.