No son sólo elementos funcionales, sino verdaderos complementos de decoración que pueden ayudar a definir el estilo de una habitación: la importancia del estilo, el color y el acabado de las puertas de interior suele subestimarse en comparación con otros elementos de diseño interior. Hay muchas opciones disponibles, pero en los últimos años las puertas de interior de color están ganando importancia. A veces son opciones atrevidas, pero pueden “arreglar” una habitación o dar un toque final a todo el conjunto.
¿Cómo elegir el color de las puertas de interior?
Como en todos los conjuntos complejos -y el diseño de interiores es uno de ellos-, no hay una respuesta única ni reglas fijas. Sin embargo, puede basarse en ciertos aspectos en particular, como el estilo de los muebles, el color de las paredes, la luminosidad de la habitación y lo que se quiere conseguir. He aquí algunos consejos.
- Con un estilo moderno, los grandes clásicos son los colores neutros, es decir, los tonos blancos, grises y beiges.
- Para los que prefieren un estilo clásico: madera natural de nogal, roble o cerezo.
- Para un estilo rústico, obviamente madera maciza, con un acabado natural. Pero las puertas pintadas en colores suaves como el verde salvia o el blanco crema también quedan bien.
- Con paredes blancas, puedes combinar casi cualquier cosa.
- Si las paredes son coloreadas, se abre una triple elección: blanco contrastado; mismo color que las paredes (haciendo así menos visibles las puertas: esto hará que la habitación parezca más grande); color contrastado o complementario al de las paredes.
- En el caso de habitaciones poco iluminadas, es mejor no recargar más la habitación con colores oscuros, prefiriendo colores claros o el blanco.
- Si, por el contrario, la habitación es grande y luminosa, se puede ser atrevido con el color, incluso apostar por los vivos, o decantarse por tonos oscuros.
- Para ampliar el espacio, como ya hemos dicho, las puertas serán del mismo color que las paredes. Pero ¡cuidado con el efecto caja!
- En cambio, si opta por un color que contraste, la puerta se convertirá en el centro de atención de la habitación.
¿Cómo combinar las puertas con el suelo?
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es el suelo. En este caso, se aplican más o menos las mismas sugerencias que para las paredes: el blanco siempre es bueno, así como el mismo color (y esencia, en el caso del parqué) que el propio suelo. Una vez más, para evitar el efecto de caja, es mejor no exagerar con el monocromo: aparte del blanco total -que tiene su encanto pero rápidamente se vuelve empalagoso-, es mejor abstenerse de adoptar el mismo color para paredes, suelo y puertas.
Las puertas de interior coloreadas más de moda
Las tendencias de color en las puertas siguen más o menos las paletas más de moda en el diseño de interiores.
- Colores neutros: el blanco, el gris y el beige siguen siendo los más populares por su versatilidad y capacidad para adaptarse a cualquier estilo de decoración.
- Los tonos pastel, especialmente los rosas empolvados, los verdes salvia y los azules empolvados, son adecuados para interiores de estilo ecléctico, rústico, shabby chic, mediterráneo o provenzal.
- Los colores oscuros, en cambio, se prestan a interiores más atrevidos y sofisticados. Por ejemplo, el azul marino, el verde bosque o el negro.
- Tonos terrosos y “picantes”: terracota, rojo ladrillo, naranja quemado, óxido, ocre, amarillo mostaza o azafrán. Combinan tanto con estilos étnicos como con otros más contemporáneos, como el maximalista, el color block o el ya mencionado ecléctico.
- Tonos cálidos de madera natural: los claros combinan bien con todo; los más oscuros se adaptan mejor a ambientes más clásicos y elegantes.
En cuanto a materiales y barnices: las puertas de madera siempre han sido la opción más popular, pero siempre puede optar por el cristal y el metal. Las puertas mates suelen ser más elegantes y refinadas, mientras que las brillantes son más fáciles de limpiar. Sin embargo, es el resto de la decoración lo que sugerirá la elección correcta. Se trata de encontrar un equilibrio entre colores, líneas y texturas.
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